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EL IDEAL EUROPEO EN LOS TIEMPOS MODERNOS por Hartza. 29 agosto 2007

Posted by paxceltibera in 02. DE LOS PUEBLOS DEL MUNDO.
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Tras la Edad Media, Carlos I de España y V de Alemania intenta la restauración de un Imperio que abarque toda Europa y las recién descubiertas Indias; más adelante, será el Imperio Habsburgo quien aglutine la idea de la Cristiandad frente a la amenaza turca.

Sin embargo, la Reforma Protestante (s. XVI) producirá una nueva división de Europa entre los países nórdicos (protestantes) y los del sur (católicos). Asimismo, durante este siglo y el siguiente se produce la eclosión de los Estados-Nación; es una época de continuas guerras que, paradójicamente, da lugar al nacimiento del Derecho Internacional, así como a proyectos de paz universal:

– Sully, ministro de Enrique IV de Francia, hace referencia en sus memorias (escritas entre 1620-1635) a un proyecto del monarca francés ( Gran Dessein de Enrique IV) quien buscaba organizar Europa en 15 estados sujetos a las decisiones de un Consejo Común.

– Emeric Crucé (1623, Discurso del Estado…). Propone la creación de una Asamblea Permanente en Venecia donde los soberanos puedan solucionar sus desavenencias.

– Jean Amos Komenski (s. XVII, La Panergesia ). Se refiere asimismo a la idea de una Corte de Justicia Internacional.

– Huig Van Groot (Hugo Grocio; 1625, De iuri belli ac pacis ). Sus esfuerzos van dirigidos a reglamentar y prevenir las guerras.

– William Penn (1693, Ensayo por la paz presente y futura en Europa ). Preconiza la constitución de una Dieta General formada por delegados enviados por los distintos Estados europeos en proporción a su importancia, incluyendo en su proyecto incluso a Rusia y Turquía.

En el siglo XVIII se continúa con la misma tónica, un deseo generalizado de lograr la paz y la unión entre los distintos países europeos:

– Abad de Saint-Pièrre (1712-1717, Proyecto de Paz Perpetua ). Secretario del enviado de Francia (el Abad de Polignac) en el Congreso de la Paz de Utrecht. Defiende una “Unión Permanente y Perpetua” entre los soberanos cristianos y, si es posible, también entre los vecinos islámicos, para lograr una paz inalterable en Europa.

– Jean-Jacques Rousseau (1761, Extracto del Proyecto de Paz Perpetua del M. Abad de Saint-Pièrre ). Analiza la obra del anterior y adopta la misma solución de crear una Dieta Permanente que utilizaría como elemento de presión las sanciones militares.

– Jeremy Bentham (1786-1789, Un Plan para una Paz Universal y Perpetua ). Igualmente sugiere la creación de una Dieta que emitiría dictámenes sobre cuestiones de interés general y apelaría a la opinión pública para situar al margen de Europa a los Estados que no siguieran tales indicaciones.

– Emmanuel Kant (1795, Por la Paz Perpetua ). Propone una Federación General de Estados Europeos, fundada sobre la libertad de sus miembros y la sumisión de estos a una ley única e igual para todos.

LA EUROPA REVOLUCIONARIA: EL SIGLO XIX

La Revolución Francesa aportó a la civilización dos grandes principios: los Derechos del Hombre (herencia de la Independencia Norteamericana) y el Derecho de los Pueblos a disponer de su destino. Francia, al exportar estos principios a Europa y al mundo entero, desintegra el sistema político del Antiguo Régimen y da comienzo al mundo contemporáneo.

Napoleón Bonaparte (emperador en 1804) moderniza y uniformiza las estructuras de los Estados Europeos y codifica sus sistemas legislativos. Intenta una Europa de reinos familiares reunidos en torno a Francia. En Santa Elena manifestará que su intención era crear una gran Confederación de Pueblos de Europa.

En París (1814) y, posteriormente, en el Congreso de Viena (1814-1815), los Aliados vencedores de Napoleón deciden reorganizar el mapa político europeo. Dos autores-precursores de este período son:

– Benjamin Constant (1767-1830, Del Espíritu de Conquista y de la Usurpación en sus relaciones con la civilización europea ) es un autor que constata que Europa no se puede organizar a resultas de la fuerza de las armas. En este sentido es un precursor del federalismo moderno, partidario de una Europa unida de forma pacífica.

– El Conde de Saint-Simon (1814, De la reorganización de la Sociedad Europea ) propone la formación de un Parlamento General para toda Europa.

Tras el Congreso de Viena se constituye la “Europa de las nacionalidades” y del liberalismo. Grecia, Suiza, Hungría, Italia y el Imperio Alemán alcanzarán sus aspiraciones de independencia o unificación, mientras que paralelamente se desarrolla la idea de Europa y se reproduce el nombre de Europa en obras literarias, históricas, filosóficas, científicas y en los periódicos. Mazzini , héroe del romanticismo nacionalista, lucha por una Italia unificada dentro de una Europa unida y es el artífice de la Carta de la Joven Europa (1834), primer documento de un movimiento militante europeo.

A mediados del siglo XIX, y por iniciativa del pacifista americano Elihu Burrit , se celebran 3 Congresos de la Paz: Bruselas 1848, París 1849, Frankfurt 1850. Víctor Hugo preside el Congreso de París, pronunciando un discurso en el que habla de los “Estados Unidos de Europa”.

La consagración de los nacionalismos no impide la expansión simultánea del internacionalismo ideológico y sindical europeísta. En 1840, Charles Fourier , socialista utópico, defensor de la instauración de un nuevo orden social, preconiza el “establecimiento de una soberanía que sería superior a la soberanía de cada Estado”.

Proudhon (1863, El Principio Federativo ) expresa en su obra su hostilidad a toda autoridad centralizadora y defiende un federalismo basado en la descentralización, en las comunidades “a escala del hombre”.

Ernest Renan (1823-1892) defiende asimismo la idea de la Federación como la solución de la construcción europea y rechaza posible hegemonía de una sola de sus naciones: “el establecimiento de un nuevo Imperio Romano o de un nuevo Imperio de Carlomagno es imposible. La división de Europa es demasiado grande para que una tentativa de dominación universal no provoque más que una coalición fuerte que haga entrar a la nación ambiciosa en sus cauces naturales”.

Los procesos coloniales de las grandes potencias europeas dominarán las últimas décadas del siglo XIX, trasponiéndose a Africa y a Asia todos los problemas derivados del difícil equilibrio europeo.

EUROPA DURANTE EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS

Al acabar la Primera Guerra Mundial, el presidente norteamericano Woodrow Wilson expuso ante el Congreso norteamericano su Proyecto de Paz Mundial, resumido en los famosos 14 puntos. Esta doctrina pretendía el replanteamiento de las relaciones internacionales a partir de los principios de cooperación e imparcialidad. No obstante, el ambiente diplomático europeo continuaba centrado en un furioso revanchismo contra Alemania, tal y como se constata en el Tratado de Versalles (28 de junio de 1919). Este Tratado privaba a Alemania de alrededor de un 10% de su territorio, la despojaba de sus colonias y la señalaba como responsable de la guerra. Sus consecuencias serán nefastas para toda Europa durante décadas, ya que hará que el pueblo alemán espere su desquite.

Así, durante la segunda década del siglo XX la cuestión alemana constituye el eje en torno al cual gira toda lo política europea. Los retrasos de Alemania en el pago de las indemnizaciones de guerra reforzarán las posturas antialemanas en Europa.

A finales de 1923, el Comité Aliado encargado del cumplimiento de los Acuerdos de París sobre reparaciones de guerra declara oficialmente que Alemania no ha cumplido sus obligaciones. A principios de año, un contingente franco-belga ocupa el Ruhr para explotar sus recursos mineros en beneficio de los Estados ocupantes.

Ante la inestabilidad reinante en Europa durante todo este período surgen diferentes propuestas encaminadas a lograr la distensión progresiva de la comunidad de pueblos europeos. Algunas tuvieron carácter oficial (Sociedad de Naciones, de ámbito mundial); mientras que otras tuvieron carácter privado e intentaban superar la compartimentación económica del continente.

En el orden económico podemos señalar la crisis estructural que sufre el sistema liberal capitalista, crisis marcada por el retorno a posiciones proteccionistas en toda Europa. En esta época surgen los monopolios como respuesta a la situación de caos económico. Los hombres de empresa y de negocios se interesaban por la eliminación de las trabas aduaneras, buscaban la creación de una Zollverein (Unión aduanera).

Durante el período de entreguerras surgen tres personajes que influyen decisivamente en el desarrollo de la política europea:

Coudenhove-Kalergi , este conde representa el ideal europeísta de entreguerras. De madre japonesa y padre austrohúngaro (de ascendencia greco-holandesa), nace en Japón, pasa su infancia en Bohemia, estudia en Viena y, al finalizar la guerra, se convierte en ciudadano de la República de Checoslovaquia. Coudenhove-Kalergi percibía las amenazas a que se enfrentaba Europa. Por un lado, la Rusia soviética, convertida desde 1922 en la Unión de repúblicas Socialistas Soviéticas. En Asia, los movimientos independentistas amenazaban el poder colonial europeo. Por último, los EE.UU. se convertían en la mayor potencia económica. Su pensamiento se resume en su obra Paneuropa , es decir, una federación europea fundada sobre el abandono de la soberanía de los diferentes Estados europeos. El principal escollo residía en Alsacia-Lorena, eternamente disputadas por Francia y Alemania.

Gustav Streseman actuó durante el período de entreguerras como fuerza conciliadora de la política europea. Fue canciller y ministro de asuntos exteriores. Su propósito fue reincorporar Alemania a Europa. Entre sus logros cabe destacar:

• El Tratado de Locarno de 1925 entre Bélgica, Francia, Gran Bretaña, Italia y Alemania. Este tratado fijaba las fronteras occidentales de Alemania y efectuaba un llamamiento a la conclusión de acuerdos pacíficos en otras disputas que pudieran surgir.
• Tratado de amistad de Alemania con la URSS de 1926.
• Incorporación de Alemania a la Sociedad de Naciones en 1926.
• Tratado Briand-Kellog de 1928, por el que se condena la guerra como instrumento de política internacional.

En 1929 muere Streseman, extendiéndose la consternación general por toda Europa, principalmente en Francia, que ya se veía abocada a un nuevo enfrentamiento con su vieja enemiga, Alemania; un enfrentamiento del cual sólo los buenos haceres de Streseman había librado a las dos naciones.

Aristide de Briand , ministro de Asuntos Exteriores francés. Preconizaba el acercamiento entre Francia y Alemania, una de cuyas realizaciones fueron los Pactos de Locarno.

En septiembre de 1929 tuvo la oportunidad de expresar públicamente sus ideas europeístas ante la Asamblea plenaria de la Sociedad de Naciones. En ella propuso establecer en Europa un lazo federal entre los pueblos.

La muerte de Streseman, la progresiva eliminación de Aristide de Briand de la política francesa, el rechazo del federalismo europeo, el temor al nazismo y las concesiones para combatirlo terminarán con el acercamiento entre los pueblos europeos.

LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Y LA INMEDIATA POSTGUERRA

Durante la guerra se manifestó claramente la necesidad de replantear toda la teoría sociopolítica europea. Europa debía considerarse como un todo en el que sus habitantes adquirieran conciencia de pertenencia a una misma comunidad. Así, surgieron algunos proyectos en torno al futuro inmediato del continente:

• Intento del gobierno polaco en el exilio de Londres para crear una confederación polaco-checoslovaca. El primer ministro checo, Benes , se opuso tras el pronunciamiento en contra de la URSS.

• BENELUX, ideado por Paul-Henri Spaak en 1942. El proyecto se llevó a cabo con el decidido apoyo de Jean-Willem Beyen (Países Bajos) y Josep Bech (Lux.). En octubre de 1943 se firmó en Londres el convenio Monetario y en septiembre de 1944 el convenio aduanero.

• Proyecto propuesto al gabinete de Winston Churchill por Jean Monnet el 16 de junio de 1940 para crear una unión entre Francia y Gran Bretaña. Este proyecto implicaba el establecimiento de una ciudadanía y de un ejecutivo comunes.

A estos proyectos hay que añadir el gran número de manifiestos y artículos de prensa en favor de una Europa unida, con una estructura federal y construida sobre bases democráticas y pluralistas.

No obstante, las decisiones adoptadas por las grandes potencias aliadas quedan expresadas en las actas de las diversas conferencias desarrolladas a lo largo de la guerra:

Moscú (1943), El Cairo (1943), Teherán (1943), Dumbarton Oaks (1944), Yalta (1945), San Francisco (1945, creación de la ONU) y Postdam (1945); a las que debe añadirse la Conferencia Económica y Monetaria de Bretton Woods de 1944, por la que se crean el Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo y el Fondo Monetario Internacional. En todos estos acontecimientos se puso de manifiesto la intención de repartir el mundo en áreas de influencia y el liderazgo de tres grandes potencias (Reino Unido, URSS y EE.UU.). Posteriormente, el mundo se radicalizaría en dos posiciones extremas, dando lugar a la Guerra Fría, con lo que desaparecen las esperanzas de crear una Europa Federal. Los puntos fundamentales que explican la ruptura de este entendimiento que existe durante la Segunda Guerra Mundial son:

1. La estrategia nuclear.
2. La inadaptación de la estructura de la ONU a los acontecimientos de la postguerra (reservas a la soberanía nacional, derecho de veto).
3. La limitación estricta de las áreas de influencia de las superpotencias.
4. La decadencia del Imperio Británico que no podrá hacer frente a sus compromisos como potencia mundial, especialmente en relación con Grecia y Turquía, siendo reemplazado por los EE.UU. como garante de la paz en Europa. Esto conduce a la Doctrina Truman, que propicia la intervención directa de este país en las economías y políticas europeas.
5. La cuestión centroeuropea, especialmente el problema de la reunificación alemana.

A pesar de estos acontecimientos, el pensamiento europeísta renace:

• 1943, Manifiesto de Ventotene , en el que Altiero Spinelli expone sus tesis federalistas.

• 1944, Manifiesto de las Resistencias Europeas , en Ginebra. Con una alta participación, los movimientos que luchaban contra el invasor nazi aparecen unidos por un ideal común.

• Discurso de Winston Churchill en la Universidad de Zurich el 19 de septiembre de 1946, proclamando la necesidad de crear una especie de Estados Unidos de Europa. La importancia de este discurso radica en que un hombre de la talla política de Churchill imprimió un fuerte impulso al espíritu europeísta, a pesar de dejar bien clara la posición aislacionista británica al respecto.

• Congreso de Hertenstein de 15-22 de septiembre de 1946. Se apela a una Unión Europea construida sobre bases federativas. De este congreso saldría posteriormente la Unión Europea de federalistas, cuyo presidente sería Henri Brugmans .

La principal diferencia entre la posición de Churchill y la de los federalistas europeos residía en que el primero no se planteaba un destino común para Europa Occidental y Oriental, mientras que los segundos consideraban que todo el continente formaba una sola entidad.

Los distintos movimientos federalistas europeos estaban coordinados por el Comité para la Coordinación de los Movimientos en favor de Europa , creado en París a finales de 1947 y presidido por Duncan Sandys (yerno de Winston Churchill). Unicamente la Unión Parlamentaria Europea (presidida por Coudenhove-Kalergi) conservó su independencia, si bien aceptaría cooperar en la preparación del Congreso Europeo de La Haya de 1948.

El Congreso de La Haya se celebra el 11 de mayo de 1948 en medio de una intensa expectación internacional. Los trabajos del Congreso se celebraron en tres comisiones: política, económica y cultura. La atención se centró en la primera. La cultural fue dirigida por Salvador de Madariaga , presidente de la Delegación Republicana Española de Emigrados. Esta Comisión ideó la creación de un Centro Europeo de Cultura dirigido por Denis de Rougemont y establecido poco después en Ginebra, y sentó las bases de lo que sería el Colegio de Europa en Brujas.

En este Congreso se ponen de manifiesto las dos tendencias existentes sobre el concepto de Europa:

• Tesis Unionista , que pretendía la unión de Europa sobre las bases de la cooperación en ciertos campos, sin necesidad de que se produjese pérdida alguna de soberanía.
• Tesis federalista , que intentaba lograr una federación de Estados Europeos al estilo de EE.UU., lo que implicaba una pérdida de soberanía.

Desde el otro lado del Atlántico, ante el poder de la URSS en Europa del este, el presidente Truman se dirige al Congreso y al pueblo de los EE.UU. para evitar que en una Europa destrozada renacieran tendencias extremistas. El secretario de estado, Marshall , en su discurso de investidura como doctor honoris causa por la Universidad de Harvard el 5 de junio de 1947 concretó este compromiso en el ofrecimiento de un plan de ayuda a los Estados europeos, incluida la URSS. Para canalizar la ayuda del Plan Marshall se creó la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE) en 1948 en París. Mediante la liberalización progresiva de los intercambios y de los pagos, la OECE estimuló el comercio entre los países miembros. En 1960, esta organización dejó paso a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) , en la que han ido entrando progresivamente los principales países industrializados del mundo occidental.

El Consejo de Europa se creó el 5 de mayo de 1949 por la firma del Tratado de Estrasburgo. Esta organización representa el triunfo de las tesis unionistas, expresión de la cooperación internacional, manifestadas en el Congreso de La Haya. El Consejo de Europa nace incompleto por carecer prácticamente de competencias efectivas. Se trata de un foro en el que los países europeos debaten cuestiones de política general. Está integrado por un Consejo de ministros, una Asamblea y una Secretaría situados en Estrasburgo. El Consejo de Europa se ocupa de la celebración de convenios, especialmente en materia cultural, social, sanitaria, de defensa del medio ambiente, de protección de recurso naturales, de los recurso de la fauna y del medio natural, de la lucha contra el terrorismo, etc. estos convenios sólo tienen fuerza ejecutoria una vez que son ratificados por los Estados miembros.

En teoría, la acción del Consejo puede ejercerse en todos los ámbitos salvo el de la defensa. De hecho, sus actividades se sitúan de acuerdo con tres ejes principales: proteger y fortalecer la democracia pluralista y los derechos humanos, buscar soluciones a los problemas de la sociedad y favorecer el nacimiento de una real comunidad cultural europea. Entre sus logros destacan la firma en 1950 del Convenio relativo a la Protección de los Derechos del Hombre y las Libertades Fundamentales (entró en vigor en 1953), que conlleva la creación de un Tribunal de Justicia (situado en Estrasburgo) y la firma de la Carta Social Europea de Turín de 1961.

Su debilidad institucional condujo a los europeístas a propugnar la creación de una organización supranacional de ámbito geográfico más reducido, partiendo de la idea de un federalismo funcional basado en instituciones especializadas.

Ni la OCDE ni el Consejo de Europa tenían carácter supranacional, ya que los Estados se negaban a ceder la más mínima parte de su soberanía.

LA CREACIÓN DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS: 1950-1957

El punto de arranque de las Comunidades Europeas es la Declaración de Robert Schuman , basada en un texto de Jean Monnet , de 9 de mayo de 1950. El ministro francés de asuntos exteriores propuso situar la producción franco-alemana de carbón y acero bajo una Alta Autoridad común en una organización abierta a los demás Estados europeos. El BENELUX (que ya constituía una unión aduanera desde 1948) e Italia se suman a esta propuesta que conduce a la firma del Tratado de París de 18 de abril de 1951, por el que se instituye la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA). El Tratado de París entró en vigor el 25 de julio de 1952 y preveía el establecimiento de una Alta Autoridad, un Consejo de Ministros y un Tribunal de Justicia. Su duración estaba prevista en 50 años. (El Tratado CECA expiró el 23 de julio de 2002.)

La Declaración Schuman arrancaba del neofuncionalismo propuesto por Jean Monnet, es decir, en realizar donaciones sucesivas de soberanía que afectaran a ámbitos concretos a fin de crear Europa. Esta solución partía de la existencia de una serie de necesidades que se intentaban cubrir mediante la gestión supranacional, no ya mediante la mera cooperación intergubernamental. Según las ideas de Jean Monnet, según la cual Europa se construiría piedra a piedra mediante realizaciones limitadas pero concretas que crearían progresivamente una solidaridad de hecho entre los países, por etapas.

Otras tentativas (fallidas) de unificación, anteriores y posteriores al Tratado de París

• Debido a la oposición alemana a la Autoridad Internacional del Ruhr (nacida en 1949). Konrad Adenauer propuso la Unión Franco-Alemana, con un Parlamento y una nacionalidad única.

• Tratado de Unión aduanera Franco-Italiana, FRANCITA, (26 de marzo de 1949). La Asamblea francesa no ratificó el Tratado.

• FRITALUX – FINEBEL. Un proyecto restringido a una Asociación Económica y Financiera de Europa Occidental, una simple reunión de los ministros de Hacienda que conllevaba el mantenimiento de los aranceles. Razones de su fracaso:

– la ausencia de Alemania.
– la oposición del Reino Unido.

• UNISCAN, proyecto de mercado interior formado por Gran Bretaña, países escandinavos y, probablemente, Alemania. De este proyecto nacerá el Consejo Nórdico (1952). No se trata de un verdadero Mercado Común, pero acepta la libre circulación de personas, supresión de controles aduaneros, una convención sobre seguridad social y la unión postal.

Hartza.

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